cada dia, un escrito.

cada dia, un escrito.

domingo, 18 de julio de 2010

escribir mal

domingo, día laboral para algunos, 7:34 de la mañana, el frío parte en dos un colectivo de la linea 17, su recorrido va desde el fondo del sur, cruzando puentes y muerte oxidada hasta las calles del norte mas inexplicables, donde algunas vidrieras ofrecen felicidad en efectivo o en cuotas. los asientos de cuero están rasgados y el metal de las agarraderas es tan frío que nadie se atreve aferrarse a ellas, por eso algunos pasajeros pierden el equilibrio, caen y se levantan como cualquier niño que aprende a caminar. cerca de la puerta de descenso y arriba del motor que calienta algunas ideas, un hombre esta dentro de si profundamente concentrado. probablemente sea obrero del ferrocarril o un trabajador portuario, su overol azul y un gorro de lana tejido a mano lo delataban (o mas bien la humildad que proyectaban sus ojos) mira fijo un cuaderno rayado mientras una de sus manos ásperas escribe, o mejor dicho intenta escribir, las palabras se traban y no logran articularse, su caligrafía es la de un alumno de primaria que esta aprendiendo a escribir, los errores de ortografía son graciosas y sus intentos de rimas poéticas son burdas, repetidas y hasta zonzamente erróneas. baje del colectivo. con la primer pisada sobre el asfalto mojado me doy cuenta que leer esa revista de poesía snob me despojo de la esencia del momento, no pude ver que las palabras del pasajero que salían de su alma sin escalas hasta el papel, que no prometían, ya cumplían. por suerte mis ojos grabaron los dibujos de sus letras: "que se , los ruidos del estomago pueden ser del hambre, pero lo que seguro estoy que quiero aprender , es que hasta hoy no puedo escribir lo que te quiero" estas palabras textuales, con todos sus errores son la verdadera poesía, la que no se vende, a ningún precio.

1 comentario: