cada dia, un escrito.

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viernes, 30 de julio de 2010

la mañana es de buster keaton - parte cuarta


no dudó y en seguida me dijo como se llamaba gesticulando perfectamente cada letra para que pueda entenderla, con la mano izquierda me toqué el pecho e intenté hacer lo mismo, pero entendió varios nombres menos el mío, se reía de verdad y podría haber seguido toda la mañana intentado que lo adivine solo para verla así. cuando los nombres que me decía empezaron a ser muy incoherentes temía que se me escape alguna palabra, entonces le mostré lo que quedaba de mi dni desactualizado, me dijo que su perro se llamaba igual.
con los dedos hice una persona caminando sobre la palma de la mano, la señale a ella y después a mi, me entendió y fuimos despacio para el lado donde alguna vez estuvo el ital park. ella cantaba bajito una canción que yo no conocía mientras los dos mirábamos los pájaros que despertaban a los árboles. de pronto me vi caminando solo, se detuvo en frente de una nena descalza que no dejaba de llorar y sostener un cartel mal escrito, le acaricio el pelo, le dijo un secreto al oído y vino hasta donde yo la observaba. no le había dejado monedas pero la nena sonreía fuerte, le devolvimos el saludo que nos hizo mientras nos alejábamos. las próximas cuadras fueron mudas y pude ver (aunque ella no se dejaba ver) como se secaba unas lagrimas inevitables. como una idea que no esperas que llegue, mis dos manos se apoyaron en sus hombros haciéndole entender que se detuviera, hice unos gestos para que me esperara sentada en un banco de piedra con los ojos cerrados. éramos dos desconocidos, dos extraños que de alguna forma inexplicable se necesitaban, creo que por eso acepto sin peros. corrí, las arranque, volví a correr, escribí y cuando estaba frente a ella aplaudí para que abra los ojos. le di primero el papel, lo giro un par de veces tratando de descifrar lo, estaba escrito tan rápido que no lo entendia, entonces lo escribí de vuelta pero bien prolijo, se lo volví a dar y lo leyó en voz alta: "las flores son robadas y horribles, pero vos sos hermosa", mordiéndose los labios me pregunto que flores, y como un truco de magia mal hecho saque de mi bolsillo un conjunto de flores pobres con algunas ramas, hojas secas y un infaltable boleto de la línea ciento treinta. aunque antes le había escrito que era linda, lo de las flores le encantó, se levantó y me dió un beso en la mejilla sonrojando todo mi cuerpo, en ese preciso instante, me di cuenta de la mentira. ante todo, quisiera justificarme pero no encuentro explicación, ¿como sostener una mentira muda?



se informa que todos los días jueves y viernes, mordiendo palabras presentará los capítulos correspondientes de "la mañana es de buster keaton".

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