para usted

la sopa se sirvió y me esperaba. veo que no hay queso y la cuchara de madera se rompió. el caldo suspira, cuando el metal acaricia por el fondo. el plato de losa, era playo, pero quedó hondo por el cucharón, que dejó caer, muy despacio, la cena de hoy. pocas letras flotan, revuelvo soplando y confirmo que hay pocas. hubiese preferido, formar alguna oración, pero, si la palabra es una sola y es la precisa, será rica y siempre alcanzará para saciarse. bebo el líquido, que primero prende fuego la garganta, después el pensamiento y al final, la ansiedad de más quemaduras . siempre me gustó dejar los fideos como un segundo plato, aunque hoy, no habrá tal privilegio. una palabra que no se define, unas letras que no inventan otra forma. la mesa sobre la tierra, el hambre sobre la luna. el plato entre mis manos, con un nombre como alimento. sí. un nombre propio. el que usa usted.